Dimensionar la envergadura del evento, nos ayuda a valorizar la importancia que el apoyo empresarial, del sector privado, y sindical tienen a la hora de cumplir el sueño que une a la ciudadanía: convertir a Bariloche, Río Negro, como la primera sede de la Expo en Latinoamérica.
Nuestro país, nuestra región y nuestros pueblos merecen y pugnan por la oportunidad de ser parte de esta historia y para ello resulta fundamental continuar fomentando espacios de diálogo, reflexión y participación entre los actores clave.
Bariloche posee una alta concentración de saberes, capacidades, empresas, instituciones y actividades científicas y tecnológicas, y representa en la actualidad un polo del desarrollo de la ciencia y la tecnología de la Argentina y la Región.
La ciudad registra un promedio de 13,82 investigadores de jornada completa por cada mil integrantes de la población económicamente activa; y, en la actualidad, cerca de 20 empresas de base tecnológica radican allí.
Bariloche abarca una importantísima diversidad de áreas especializadas y es hoy el centro indiscutido de la producción científico-tecnológica del país con proyección internacional; poder albergar la Expo Especializada 2027, no solo la ubicará en la vidriera del mundo, sino también acelerará el objetivo de transformarla en la cuidad del conocimiento.
Sumado a ello, se prevé un fuerte empuje a la economía local, en especial al sector turístico, y un significativo legado para la ciudad en términos de infraestructura.
El proceso de transición energética como eje estratégico de una política nacional posibilita a Río Negro continuar apostando a los avances del proyecto de hidrógeno verde y las oportunidades de desarrollo productivo que trae aparejadas para la provincia, el país y la región; y Bariloche como polo científico-tecnológico por excelencia, amalgama los conceptos centrales de tecnología, innovación y naturaleza, y evidencia la cohesión del concepto que se está trabajando en y desde los tres niveles del Estado involucrados.